Ya llevamos el curso avanzado y empiezan a llegar los primeros resultados académicos, a veces, no muy buenos o, en algunos casos, desastrosos. Es entonces cuando no sabemos muy bien cómo afrontar la situación y valoramos la posibilidad de desapuntar a nuestr@ hij@ de la actividad deportiva que venía desarrollando con normalidad hasta ahora.
Cuando damos de baja a nuestr@ hij@ de su actividad deportiva para darle una "lección" o como medida de presión porque ha sacado malas notas o para que tenga más tiempo para estudiar, es probable que le estemos mandando alguno o todos estos mensajes:
-Tus estudios son más importante que tu salud
-El deporte o la actividad física es un premio, no una necesidad
-Ser una persona activa no es una prioridad
-Ante una adversidad, es mejor que rompas con tus compromisos adquiridos con tu equipo, tu entrenador, tus compañeros, amig@s o contigo mism@.
-Es mejor que estés en casa o en una academia estudiando en vez de hacer ejercicio, impidiendo que adquiera el hábito del movimiento y del ejercicio para toda su vida, sin contar, que le estamos abocando a un muy posible estado de sobrepeso y sedentarismo.
Desde el punto de vista pedagógico, ningún tipo de castigo a largo plazo es efectivo. Pero además, con el castigo deportivo, también le privamos de una gran oportunidad de aprender una inmensa cantidad de valores y recursos en un ambiente propicio y saludable que sin duda influirán en su desarrollo vital y profesional. Aquí destacamos algunos de ellos:
-Disciplina: En todo deporte hay unas normas que debemos cumplir, además de un referente que nos guía para conseguir los mejores resultados.
-Compromiso y Responsabilidad: Tanto con su equipo o sus compañer@s (cuentan con él o ella para entrenar, para la competición etc..) como consigo mism@ para cumplir sus propios compromisos.
-Capacidad de decisión y liderazgo: En todos los deportes debemos decidir constantemente, elegir entre varias opciones lo que creemos que es lo mejor, pasar, correr, esperar, chutar, lanzar, saltar, girar... y todo en décimas de segundo.
-Respeto: Tanto a la autoridad (entrenador y árbitro) como a sus iguales (compañeros y adversarios).
-Empatía: Por ejemplo, cuando el juez o árbitro toma una decisión con la que no estamos de acuerdo, además de respetarla entendemos que es humano y se puede equivocar ante esa situación.
-La importancia de cuidar el cuerpo y la mente para tener una salud equilibrada. La salud no se tiene porque sí, sino que se trabaja a diario.
-Alternativa de ocio saludable, que mantendrá a lo largo de su vida y que le servirá como prevención de numerosas enfermedades.
-Gestión más eficiente del tiempo: Al contrario de lo que la mayoría piensa, los estudiantes con menos disponibilidad horaria son capaces de tener un mayor rendimiento académico porque han aprendido a gestionar muy bien su tiempo y centrarse e identificar realmente lo importante, dejando de lado otros entretenimientos banales como RRSS, jugar a la videoconsola, ordenador, tv, etc.
-Humildad: En el deporte siempre hay alguien con mejores resultados del que se puede aprender y compañer@s a l@s que puedes enseñar, además de permitirnos conocer los límites de cada un@ ante diversas situaciones.
-Capacidad para soportar la presión y salir de la zona de confort: Las competiciones, las demostraciones, las galas o los shows suponen situaciones muy útiles a la hora de aprender a manejar y canalizar los nervios, la tensión y la presión ante situaciones esperadas e inesperadas.
-Compañerismo: El deporte enseña a trabajar con otras personas con las que se crean lazos de camaradería que pueden derivar en amistades para toda la vida.
-Igualdad: El deporte no entiende de raza, edad, perfil social o sexo, por lo que será una magnífica oportunidad para conocer personas de otros ámbitos y enriquecerse como personas.
-Frustración: El deporte es un gran mentor que nos enseña a lidiar con la decepción a través de resultados adversos, compañeros o rivales más o menos diestros que nosotros, obligándonos a convivir con ello a diario y para levantarnos una y otra vez más fuertes.
-Focalización: El deporte también enseña a concentrarnos en un objetivo común y trazar una estrategia para conseguirlo. Ese objetivo normalmente es a largo plazo, por lo que el éxito solo se alcanza esperando (no es inmediato) y superando pequeños hitos que suponen objetivos más cercanos dentro de la estrategia trazada.
-Trabajo duro, entrega y superación: La consecución de los objetivos va estrechamente ligada al trabajo previo que hemos desempeñado tanto nosotr@s como nuestr@s compañer@s. El éxito no nace de un día para otro, sino que se forja con el esfuerzo diario y la constancia.
-Confianza en uno mismo: La consecución de pequeños hitos aumentan la confianza y la autodeterminación,
-Constancia y perseverancia: Cualquier éxito a nivel deportivo es el resultado de una preparación continuada en el tiempo, atravesando momentos difíciles.
Este conjunto de valores, a través del deporte, además los aprenden divirtiéndose, relacionándose, lo que hace que se imprima en la personalidad y desarrollo de cada alumn@.
De lo contrario, la alternativa normalmente está frente a una pantalla o sobre el sofá, que es precisamente lo que se debería restringir (TV, móvil, tablet, videoconsola...).
Puedes encontrar artículos interesantes sobre esta temática en los siguientes enlaces de artículos de difusión:
http://mundofutbolbase.es/art/3718/el-error-de-castigar-sin-deporte-ante-un-bajo-rendimiento-academico-es-importante-la-practica-deportiva
https://www.levante-emv.com/deportes/2018/12/29/debe-castigar-ninos-retirandoles-deporte/1815079.html